Akane se ahoga, así que Ranma y Ryoga se arrojan al agua a rescatarla. Al perdido de Charlotte se le ha olvidado que el agua fria lo transformará en cerdo, enfrete de Akane y el público. Aquí comprobamos que lo que tiene de despistado lo tiene de noble, después de todo, si hay un interés genuino en Akane. Al final Akane es rescatada y la pareja de patinaje de Mikado y Asuza vencida, olvidada. P-Chan regresa a los brazos de Akane, su secreto ryoguesco sigue a salvo y todo vuelve más o menos a la normalidad en todas las perspectivas. Eso no importa, la siguiente aventura será extraña para compensar. Mucho más extraña.

Unos días después, un paquete llega desde China, firmado por Shampoo, dedicado a Ranma. Podría ser una declaratoria, una foto, una prenda de recuerdo. Caray, hasta comida. Pero eso no tendría chiste, Shampoo le ha enviado una gatita rosa, mona hasta enternecer, ¿Una gata? Un regalo peculiar que, como fiel mascota, aborrece a Akane y adora a Ranma.. nada del otro mundo, pero aquí entra el detalle, el extra que siempre quita cualquier sinsabor. Ranma tiene fobia a los gatos, ¡Les teme hasta desmayarse!

Y la fobia tiene su razón. El papa de Ranma es una de esas cosas antinatura que experimentó con su hijo lo que se le dió la gana, creyendo en entrenamientos no aptos para humanos como una salvación marcial. Y así intentó el arte de combate libre Neko-Ken, una práctica que consiste en forrar al infortunado que servirá de señuelo con salchichas de pescado, arrojarlo a un hoyo lleno de hambrientos gatos y esperar que el idiota en turno gane habilidades y poder por arte de magia.

Por supuesto, Genma nunca se enteró que este entrenamiento no era recomendable para humanos, menos aún para un niño de 6 años, al que terminaría traumando brutalmente. Ranma apenas si puede moverse frente a los gatos, pero llegado a un punto de desesperación extrema, pierde la razón, su mente queda en blanco y se transforma en movimientos y actos en un gato. Un Ranma-Neko. Claro, suceden eventos muy oportunos y Kuno se entera de esta debilidad e intentando explotarla, encierra a Ranma en una situación así, abrazado por un montón de gatos y perseguido por un tigre. Listo, Ranma pierde el control y comienza a atacar, a recrear a un gato. Su papá, el árbol incómodo.. Todos están en riesgo. La única manera de hacerlo regresar en sí es tranquilizándolo. ¿Cómo conseguir eso? Akane tiene la respuesta. La voz de Akane llama la atención del ansioso Ranma-Neko, quien parece encontrar algo familiar y reconfortante en ella.

El gato avanza tranquilo, se acurruca en las piernas de Akane, su inconsciente lo domina, se siente seguro, feliz, ha regresado a su hogar. Pero como todo felino, un poco de misterio y sorpresa se ocultan en su fino caminar y el gato levanta la cara, alcanza los labios de Akane y le da un beso. Inesperado, desintegrador de dudas, creador de nuevas. Fuego, arrebato, sosiego, sabor a deseo, Nada puede ocultar, porque no existe en él un lenguaje capaz de engañar.. ¡Es el primer beso de Akane! ¡El primero de Ranma y Akane! - [Continua, Página 3]