Ranma (chica) y Akane disfrutan de un helado y una discusión predecible, a su estilo, justo cuándo aparece una chinita de rasgos preciosos, aspecto deslumbrante.. y agresividad total. La chinita destruye paredes y mesas buscando a Ranma, pero una buena treta distrae su atención y Ranma consigue escapar. La chinita parte en su búsqueda, mientras Akane se pregunta quién es esa niña, inegablemente linda, y porqué anda detrás de Ranma. Por supuesto que imagina lo peor, pero Ranma pronto la tranquiliza.

La chinita se llama Shampoo, proviene de una tribu de Amazonas de China (Joketsuzoku en el manga) y está aquí para tomar la cabeza de Ranma (mujer), ya que sus leyes le obligan a asesinar a quien le ha vencido en batalla. Así es, Ranma no solo contrajo la maldición del estanque de Nyannichuan en su estancia en China, sino que además se inmiscuyó, accidentalmente, en un poblado regido sólo por mujeres, venció a una de sus integrantes más hábiles, y recibió el "beso de la muerte", un precio mortal para un acto tan bello.

Los Tendo digieren la noticia con tranquilidad, pero justo en ese momento aparece Shampoo en su casa, buscando a Ranma, atacando inmediatamente a quien sea que esconda su paradero, y pronto recuerda su anterior encuentro con Akane, así que decide sacarle la verdad por la fuerza. Akane se defiende apenas y Ranma, convertido en hombre, interviene y la rescata, luego, accidentalmente, derrota a Shampoo, complicándose aún más la vida.

Al menos Shampoo perseguía a Ranma mujer, pero ahora también perseguirá a Ranma hombre hasta matarlo.. ¿Correcto? Shampoo despierta, se aproxima a Ranma.. éste retrocede.. no hay más escape.. Shampoo lo acorrala, lo sujeta del cuello, pronuncia las palabras "Wo Ai Ni" y le da el temido beso.. ¡En la boca! Todos miran incrédulos lo que acaba de suceder, mientras Akane es consumida por los celos y el odio y lo primero que hace es confrontar a Shampoo. Ya no se trata sólo de intentos, de insinuaciones al estilo Kodachi, no, esta ha sido una afrenta ejemplar y el escarnio se predice como la única respuesta justa. Sin embargo, Akane cambia de parecer, se retira del lugar, le aclara a Ranma que lo que hay entre ellos, sea lo que sea, se acabó, y se retira a su cuarto.

Pronto se da cuenta que esas cuatro paredes son demasiado insignificantes como para contener todos los sentimientos que fluyen en su interior, así que parte al dojo a entrenar, desahogar toda esa inútil frustración. Después, repasa las palabras de Ranma cuándo ha intentado protegerla de Mikado, gritando a los cuatro vientos, frente a una multitud, "¡Akane es mi prometida! ¡Ponle un dedo encima y date por muerto!".. Eso seguramente debe significar algo, piensa Akane, mientras asimilamos una relación poco a poco más complicada.. [Continua, Página 8]