Nao no es de las que perdona y mucho menos de las que se queda con las manos atadas, así que planea la perfecta venganza contra las HiME, secuestrar al hermano de Mai y darle sacrificio. En eso se ha convertido Nao, en una persona que ya no entiende razones y mucho menos de sentimientos como la bondad o el perdón. Ahora que la maldad pura y dura habita dentro de ella, será capaz de lo que sea por ser la única HiME con vida, aunque para fortuna de Mai, no puede llevar acabo su plan ya que Akira rescata a Takumi y lo lleva lejos, solo que ahora hace aparición un espíritu, apenas visible, pero con los poderes de una HiME...

     Nadie, ni por menor asomo, sospecha de la verdadera identidad de esta nueva HiME, y tampoco tienen mucho tiempo para averiguarlo, ya que las circunstancias no se los permiten. En batalla están Nao, Mai, Natsuki, Mikoto, Akira y la aún desconocida HiME. La situación se convierte en un reverendo caos y nadie atina a lo que pasa, hasta que de repente cae herido el "hijo" de Akira. Derrotada Akira, se cumple la maldición impuesta a cada HiME.

     Takumi comienza a sentir estragos y desvanece a medida que las lágrimas de Mai empiezan a derramarse... al poco tiempo, cae rendido y fallece en brazos de quien fuera su hermana. Mai no lo puede creer, llora desconsolada frente al final que ha sufrido su hermano y en un arranque de impotencia, cegada por la pena que la invade, maldice a Mikoto y la culpa de la muerte de su hermano. Ingenua suposición y es que no hay consuelo que le valga, aunque pueda aparentar odio hacia Mikoto, nada le devolverá a su hermano. Experimenta tantos sentimientos benévolos como malignos, incluso supone que con la desaparición de su hermano, podrá pelear libremente, puesto que su ser más querido a fallecido...Aún ahora, Mai sigue engañándose y negando sus verdaderos sentimientos...

     Todo un festín el que está presenciando Nagi, quien ahora sí muestra sus verdaderas intenciones, aquellas que durante tanto tiempo hubiera ocultado en lo más recóndito de su ser. La directora, quien bien podría suponerse era la mala del cuento, dista mucho de estar contenta con la situación, bien sabe el peso tan importante que juega ella en el desenlace de esta historia.

      Así que antes de tomar la decisión final, comparte sus últimas palabras con Midori, advirtiéndole del verdadero signficado de esta batalla. Tremenda sorpresa se lleva al escuchar la verdadera razón de ser del carnaval de las HiME. Terminado el salguinario baile con una sola sobreviviente, esta deberá pasar a manos del organizador del espectáculo, un tal Kokuyouguu. Así ha sido cada 300 años y ahora no será la excepción. Excepto por una cosa, la ganadora del anterior festín, Mashiro, o mejor conocida como la Princesa Suishou, no planea dejar que las HiME sufran lo mismo que ella vivió, así que se despide de Midori y parte hacia Kokuyouguu, no sin antes dejarle encargado algo que después será desvelado.