Hace muchos años [cientos de ellos] Namek sufrió una catástrofe natural, dejando prácticamente destruida a su sociedad. Solo una persona sobrevivió [aparte de Kami Sama] a tal amenaza, pero en lugar de resignarse y dejar morir a su especie y su planeta, se puso manos a la obra y lo reconstruyó, creando nuevos Namekuseijin y además unos artefactos realmente peculiares: Las Esferas del Dragón. Estas esferas del Dragón eran únicas y sin igual, ya que concedían el deseo que su portador le pidiese. Por inexplicable que parezca, estas Esferas no provocaron ni la ambición ni la sed de poder que en otras sociedades [la terrícola] si consiguieron despertar, así que la sociedad Namek las acogió y cuidó tranquilamente, siendo los más viejos de la Aldea [6 de ellos] los elegidos para protegerlas. Las Esferas del Dragón de Namek son parecidas a las Esferas del Dragón de la Tierra, pero aún así presentan características únicas. Para empezar, su apariencia física es de mayores proporciones, además, permite conceder hasta 3 deseos por ocasión, consiguiendo ser de gran ayuda para los Guerreros Saiyajin y terrícolas durante su batalla contra Freezer. Por último, al ser el periodo de translación de Namek menor que el de la Tierra, la inactividad de estas Esferas después de concedidos los deseos es de tan solo 130 días. Con el tiempo, las limitantes de Polunga para conceder deseos [revivir a 1 persona por deseo] van siendo superadas hasta llegado el punto en que durante la Batalla contra Buu, las Esferas del Dragón son capaces de revivir a toda una población mundial y transladarla a otro planeta. |
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Una vez reunidas las 7 Esferas del Dragón de Namek, basta con decir [en idioma namekiano] las palabras mágicas: "Sal de ahí Pulunga y concede nuestro deseo". Al hacer esto aparece el Dios Dragón Polunga, un dragón de enormes proporciones, piel verduzca, cuerpo fornido, picos en los hombros, orejas y cabeza, a usansa de cuernos, ojos rojos, antenas cortas en la parte superior de estos, dos extremidades a manera de manos y una escama enorme y verdosa en su espalda. Pulunga es capaz de conoceder una increible cantidad de deseos, aunque siempre limitado por la misma regla que el Shenlong de la Tierra: No puede conceder deseos que sobrepasen los poderes de su creador. En general, los deseos que puede conceder Polunga se ven atados a las siguientes reglas: Las reglas de Polunga
By Seiji Ibiki, 02/Ago/2007
Indice Esferas del Dragón
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