Hace tiempo Captain Tsubasa marcó a toda una generación con su audaz visión del soccer. Ahora, buscando contagiar la pasión del fútbol americano, llega Eyeshield 21, con un estilo aún más intrépido, si cabe.
El fútbol americano colegial de Japón está inundado de equipos. Algunos buenos, otros malos. Unos pocos infames. Y ese es el caso del equipo Deimon Devil Bats, una suerte de equipo que en realidad es un reciclaje de equipos de otros deportes, con un par de jugadores de calidad, una moral pérdida, unas habilidades mediocres.. Directamente, un equipo infame.
Pero su salvación está a punto de llegar y de quien menos lo parece. Un joven se acaba de inscribir en la preparatoria Deimon (si, la del equipito perdedor) y tiene un talento muy bien guardadito.
Sena Kobayakawa es este novato en Deimon, y tiene toda la figura y cara de perdedor, poste de abusadores y otras linduras. De hecho, esa es su vida en realidad, ser la burla de los demás. Sin embargo, varios eventos lo llevan al equipo de fútbol americano escolar y pronto destaca por ser un tipo veloz, muy veloz. Es la nueva joya de un equipo que ha pasado del ridículo a la esperanza y su capitan, Hiruma Yoichi, se ha percatado de ello, ocutando la verdadera identidad del nuevo running bakc del equipo.
Yoichi lo hace pasar como el "secretario oficial del equipo", lo que no ayuda mucho a su reputación. Pero una vez en el campo, pasa a ser Eyeshield 21, el hombre con la velocidad de la luz en sus piernas y que aunque él solo no será suficiente para llevar al equipo a los triunfos, será una inyección de fortalezas y ánimos. Una promesa que deberá toparse con equipos importantes, los mejores de Japón, todo ello con el sueño de llegar al Chrismas Bowl, el torneo más importante del sector.
No faltarán partidos imposibles, como tampoco momentos emotivos y frustantes. Eyeshield 21 es un anime interesante, aunque a veces puede volverse repetitivo e interminable.
