Koyomi Araragi es un adolescente, un "clásico" estudiante de tercer año de instituto que cuenta con un gran secreto. Es un vampiro.
Como todo vampiro, tiene sus problemas para tratar de continuar su vida cotidiana, y de hecho detesta esta "maldición", así que poco a poco, con ayuda de un tal Meme Oshino, a podido dejar de ser un vampiro.. ¿Cómo es esto posible?.
Interrogantes aparte, este renovado casi ex-vampiro, aún entre sus problemas, empieza a notar que los demás también tienen los suyos, y procura ayudarlos.
Así, un día, mientras iba de salida de clases, una compañera cae de las escaleras a sus brazos, casi desmayada. Se trata de Hitagi Senjogahara.
Hitagi es conocida como callada, exageradamente aislada, y apenas pesa lo de una niña. Koyomi la sostiene y se percata de su problema, ofreciéndo llevarla con Meme, para que también, la ayude a salir adelante.
Y así empieza una cadena, por capítulo, de protagonistas que compartirán problemas con Koyomi, eso sí, siempre ligados uno de otro. Fantasmas, toda clase de apariciones, de eventos para normales, con una continuidad interesante, no siempre acción, pero si varios henredos y secretos, parodiias, y más.
Una serie que aún con el abuso de "pláticas" entre capítulos, consigue atraer. Será difícil despegarte de ella una vez visto más allá del segundo capítulo. Profunda, recomendable.
