Noche extraña, presagiante. La gente se oculta de ella, temerosa, pretextando al frio, que invade cada rincón en búsqueda de presas. Y las hay, dos personas esperan enmedio de la oscuridad la aparición de Izuma. Se tratan de Toujou y Shizuka. Ya no hay más tiempo que esperar, Toujou ha pedido a Shizuka que interceda, que llame a su amigo e inicien de una vez esta maldita, tenebrosa pelea. Y tenebrosa no sólo por lo que sucede a su alrededor, sino por el rival que todos buscan enfrentar.. Izuma finalmente llega con Toujou..

Pero antes de ver esta lucha, hay que saber que ha sido de Oga y el resto. Enterarse de los cambios en el plan de Rey Demonio es, cuando menos, irónico. La misión de Oga, recibida a regañadientes, ya no exige ser realizada.. ¿Qué procede entonces?. Maldecir al maldecido, que otra cosa. Oga no entiende, en toda su basta sabiduría, como diablos el Rey Demonio envíó a un bebé a destruir a la humanidad y después se arrepintió (olvidó) y optó por enviar a otro de sus hijos. Pero después de que una de las nodrizas lo deja inconsciente por ser una forma de vida indigna de entender la grandeza de su maestro, Oga retoma el mismo punto, entusiasmado por saber que su deber paternal con Beel ha terminado y contando los minutos para saber cuándo se largarán él e Hilda de su vida. Listo, boleto doble para quedar inconsciente y sangrando el resto del día.

En lo que Oga descansa todo el tiempo que merece y hasta más, Izabella e Hilda tienen una conversación que precisa un poco del pasado de la nodriza de Beel. Procede de la familia más portentosa de todo el infierno y haciendo justicia a esa estirpe prestigiosa, siempre estuvo un paso adelante del resto de las nodrizas. No hay duda de que Hilda es especial.. como tampoco hay duda de que Beel entiende perfectamente lo que está sucediendo y en toda su inocencia es capaz de reaccionar con mucha agudeza.. Enou invita a su hermano menor a acompañarlo en la destrucción de la humanidad. Será algo divertido que valdrá la pena compartir, pero Beel sujeta un vaso, extrae un hielo de el y se lo arroja en la frente a su hermano.

Se viene un gran puchero. Enou no deja de ser un niño mimado que no sabe enfrentar ninguna situación adversa, así que prepara sus lágrimas para ser vertidas a cántaros, mientras a su alrededor comienza a elevarse la temperatura, a brotar llamas.. ¡Todos se quemarán si el niño llora! Las nodrizas intentan apapacharlo, le dan su "Game Boy", una bebida, papitas, entonan la canción de cuna en turno.. Y no es amenaza, es un peligro latente. La última vez que Enou perdió el control, lloró por 7 días y 7 noches, creando un fuego tal a su alrededor que destruyó unas 30 aldeas. Nada más 30.. lo bueno es que el niño es un gamer de hueso colorado y se tranquiliza al saber que en casa de Furuichi hay videojuegos.

Furuichi desempolva su vieja PS2, previniendo a su invitado que no tiene consolas de "nueva generación", así que tampoco espere la gran cosa. Para Enou no importa, él tiene un Super Nintendo, también un Sega Génesis.. en casa tiene lo nuevo, afuera lo retro es atractivo. Pero así prende la consola se da cuenta que esto es una maldita revolución, va mucho más allá en realismo de todo lo que ha visto. Los gráficos, el estilo de juego, la velocidad de imagen.. Enou está como poseido, es un gamer que se quedó en los 16 bit y le han abierto los ojos a un mundo que desconocía, así que sujeta a sus nodrizas y las lleva a la calle, a comprar videojuegos cuanto antes. Hay que aprovechar las bondades videojueguiles de la raza humana.

Enou y sus nodrizas parten camino, no sin antes advertirle a Hilda que aunque ellos no tienen nada en contra de ella, Oga y Beel, todos serán sujetos de prueba y sólo el más digno sera acreedor del trono. Y para evitar que cualquier circunstancia aleatoria dictamine al único heredero, la división militar Nro. 34 del infierno planea intervenir, la división Behemoth. Pronto vendrán por Oga.