Izuma toma el balón y decide poner fin a las aspiraciones de Ishiyama. Utilizando su estilo marcial, que por cierto data del periodo Sengoku, lo enfoca para usarlo al límite en el voleibol, con un saque demoledor ante el que Aoi no puede hacer nada. Ha sido un punto muy fácil y repetirlo una y otra vez es menester. Aoi intenta contestar los saques de Izuma, pero la velocidad que toma el balón, el poder que oculta y la curva tan impredecible que lleva, sólo consiguen lastimar sus brazos y dejarla en el suelo, vencida. El Rokkisei gana el primer set.

Los brazos de Aoi no responden más, se han teñido rojos, testigos del super saque de Izuma y la inutilidad de resistirlo. La estrategia debe ser distinta, pero sin Aoi. La líder moral de Ishiyama necesita descansar, y para reelevarla está el mejor remplazo del mundo. Furuichi. Además, con tanta experiencia, tanta fortaleza física, concentración y entrenamiento, es seguro que ganarán.

La victoria ahora es absoluta con Furuichi y el partido un mero trámite. Pero el general de Ishiyama le encanta juguetear con sus rivales y aparentar debilidad e inferioridad para brindar un espectáculo digno. Su primer saque es un globito tan débil que el remate del rival lo hace correr en círculos. Todo apariencia, claro. Hasta parece cobarde de tan buen actor que es. Hilda se percata de tan maestra actuación y le pregunta a Aoi que opina, no de su remplazo, sino del rival más aparente, Izuma. Un chico que causa mucho misterio.. pero Aoi intuye, siempre bella, que le hablan del chico que no la trae loca, sólo casi. Los nervios son obvios, la curiosidad un peligroso rival. Aoi inquiere a la pregunta con algo obvio.. "Y tú, que hasta te has cambiado de escuela para estar con él.. ¿Qué es lo que sientes por él?".

Hilda sospecha que Izuma podría ser un demonio o al menos tener algún tipo de conexión con alguno, así que sí, asiente que está muy interesada en el chico de la discusión. Por su mente jamás figura que Aoi esté pensando en Oga, que además se delata triplemente, diciendo que sí, interesada si que está en Oga, es divertido estar con él, se la pasa bien, han formado una amistad y comparten a un grupo que ya se percibe como una familia.. Aoi delata algo ya demasiado obvio a estas alturas, pero también muestra su cariño por el grupo que ha formado con la crema de la nata de Ishiyama.

La observación y declaración consecuente de Kunieda es noble, también bonita, pero fuera de esta plática indiscreta, Ishiyama sigue perdiendo el partido sin apenas esperanzas de que Furuichi pueda rendir al mismo nivel que Aoi. La situación se está complicando en excesos y Kunieda no tiene más remedio que regresar a la cancha. Su reaparición cambia el semblante del equipo, también es claro que ya ha entendido bastante del saque de Izuma, impredecible, peligroso, curvilineo, pero nada comparado con el de Hilda. Así, con toda la habilidad que tiene a montones, contesta el siguiente saque y Oga remata un punto en la cara de Miki. De ahí empieza el repunte, inspirado como pocos. Himekawa y sus elevadas, Natsume y sus rebotes, Aoi y sus rescates imposibles.. La fortaleza y unión del equipo de Ishiyama brota hasta salirse de la cancha, contagiar a los espectadores. Todos los que miran aprecian a un equipo que está luchando con el alma por ganar éste partido, con tanto en juego como nunca podrán imaginar.. aunque sí deducir.. Y así, al unísono, todos comienzan a corear palabras de apoyo a Ishiyama. Ya no son unos matones, ni unos cualesquiera.. Ya son parte de St. Ishiyama.

El partido es más justo ahora, pero la sombra de un enemigo con un plan maldito se aproxima, ha entrado justo al estadio intentando intimidar.. intentado arruiarlo todo.