Miki, un estudiante de St. Ishiyama, acaba de encontrarse con Furuichi. Parece conocerlos tanto a él como a Oga, lo que resulta doblemente misterioso. Pronto se explican las cosas. Miki es un antiguo amigo de la primaria y aunque hace tiempo que no ve a sus compañeros, ha escuchado todo tipo de rumores y está muy informado de todo lo que han hecho éstos dos, tanto la destrucción de el Instituto Ishiyama, como otros actos bandálicos similares.

Aunque su actitud es extraña, no ha venido a pelear, sólo a alertar a su viejo amigo sobre el peligro que representan los Rokkisei, los "Seis caballeros de St. Ishiyama". Ahora mismo esos sujetos tienen sus ojos en Oga y son muy peligrosos. Miki advierte huir de ellos antes de enfrentarlos.. Para identificar a los Rokkisei sólo hace falta ver sus cuellos, en cada playera tienen tallado un leon con una cruz.. justo como la que tiene Miki. Sí, él es uno de ellos, aunque extrañamente, no ha venido a pelear, no en esta ocasión.

Miki ha sido discreto, pero los sujetos que aparecen frente a Oga y Aoi son mucho más decididos a actuar. El primero es un chico llamado Shinjou Alex, Capitán del Club de Boxeo de St. Ishiyama, de apariencia refinada, cabello corto, rubio y risos singulares. El otro es demasiado enigmático, no habla, no abre los ojos.. Son tipos que en todo caso han venido a pelear y la única que entiende todo el contexto de éste embrollo es Aoi, sabe que si caen ante cualquier provocación y pelean serán expulsados de la escuela.. pero claro, a Oga le relucen los colmillon, ansiosos por pelear.

Aoi dice que no peleará, que no hará ningún movimiento agresivo, pero los Rokkisei no han venido a pelear, sino a castigar a los imprudentes de Ishiyama.. el tipo que no abre los ojos desenfunda una espada de bambú y sin la más mínima presentación ataca a Aoi, que apenas puede medio esquivar el ataque. En sólo una fracción de segundo ha desenfundado su espada, cortado un poco del pelo de Aoi y vuelto a enfundarla. Aoi le pide a Azusa una regla para defenderse y ante la segunda ofensiva, consigue cortar la espada de su enemigo. Sorprendente y con mucho estilo, Aoi se ha defendido sutilmente sin hacerse acreedora de una expulsión.. pero por otra parte, controlar a Oga es cosa imposible.

A Oga le brillan los ojos por pelear, su enemigo está listo para atacar. Los esfuerzos de Kunieda parecen inútiles. Se aproxima la explosión de Oga.