Los alumnos de Ishiyama han sido aislados del resto del alumnado de Saint Ishiyama y "encerrados" en una aula especial. No se les permite salir entre clases, pero tampoco a los estudiantes normales se les permite ingresar a ese salón "infernal". Las reglas están así, ya establecidas, pero algunos no pueden evitar romperlas, incluso hay gente en Saint Ishiyama ansiosa de conocer a los Toujoushinki.

Un chico espía a las Red Tails y observa, desde la frontera entre lo permitido y lo prohibido, todo lo que ocurre en el salón de los maleantes por excelencia. El tipo se llama Kazuya Yamamura y quiere conocer a los 5 grandes de Ishiyama, especialmente quiere ver en persona a la leyenda de Oga. Está muy informado de todo lo que ha pasado en esa escuela, sabe de los encuentros, resultados y complots, también de la unificación de Ishiyama a manos de una sóla persona.

Sin embargo, todo ese conocimiento no le quita lo absurdo y descuidado. Su mejor amiga, Azusa, lo encuentra espiando y lo ayuda a vigilar, sabe que el sueño de su compañero es ser un maleante. Ya se ha pintado el cabello y perforado las orejas.. Ahora sólo le falta la guía de un matón de nivel.. La guía de Oga.

Kazuya observa salir a Kanzaki y a Himekawa, pero su paciencia es recompenzada cuando Oga se retira de la escuela.. Ha llegado el momento de seguir a su objetivo fuera de la escuela, entre calles.. y observarlo enfrentar a un montón de maleantes. Es un día normal para Oga y los enemigos no pueden faltar, en este caso, un grupo de skinheads del Instituto Teimou.

Los enemigos son piezas de papel que habrán de sucumbir, una a una, ante las embestidas de Oga, pero algo sucede. Oga noque a al primer sujeto sin ningún esfuerzo, pero una sensación extraña recorre su cuerpo, mostrando cierta debilidad. Oga se da cuenta que no podrá seguir peleando, aunque las razones son una incógnita. A lo lejos, Kazuya y Azusa pasan de espectadores a secuestrados. La banda de skinheads percibe a Oga como un peligroso rival y decide tomar rehenes, pero detrás de ellos aparece la heroina por excelencia. Aoi usa una sola mano para rescatar a Kazuya y después entre ella y Oga acaban con la dichosa bandita, que duro menos que el misterio de Kazuya..

..Kazuya se agacha en pose de plegarias y ruega a Oga adoptarlo como su protegido, como su subordinado. Nadie entiende la petición, tan errada como querer seguir los pasos de Oga, pero la mirada del nuevo integrante de la comitiva de Oga es inquebrantable.. ¿Conseguirá convencer a su maestro para introducirlo en las artes y el mundo de la delincuencia?