Oga regresa a su casa después de haber sido vencido por Toujou. De alguna manera luce tranquilo, pero esa calma se esfuma en cuanto atestigua el regreso de Hilda. Además, a Hilda la acompañan nuevos aliados, entre ellos, una "criatura" bastante curiosa, extraida de algún videojuego de rol. Aspecto bonachón, sin nada más que un cuerpo liso, apenas un par de ojos y dos brazos, figura simple redondeada por un sombrero. No hay más en ellos, pero no importa, porque uno es nada menos que un doctor elite del inframundo y ha venido a tratar la "enfermedad" de Beel.
Oga supone que la criatura extraña con sombrero es el doctor, pero entonces centra su atención a las palabras de una niña con bata médica que dice estar decepcionada de saber que Beel-sama ha estado viviendo en un cuartucho de tan reducidas dimensiones. Oga se sorprende de ver a una doctora, de no más de 11 años, tan pequeña.. probablemente será, acaso, una niña perdida, o cualquier mocosa irrelevante, pero la niña confirma su procedencia infernal soltándole una patada en los "bajos" a Oga. Después de dejar tirado y dolido al hablador, muestra su desencanto con el supuesto "padre de Beel-Sama". Para ella el chico luce muy débil y apesta a pobreza y a pescado. Hilda corrige la sentencia: "Lo del pescado es porque cayó al río". En fin, nadie niega la pobreza de Oga..
..Pero es momento de regresar a lo importante. La niña no es doctora, es Lamia, la asistente del doctor imperial, Dr. Foras Rachmaninorr. Dicho doctor ha viajado al mundo humano usando ese cuerpo, ya que odia la atmósfera humana y el contacto con personas de éste mundo, por lo que prefiere permanecer en el inframundo y usar éste cuerpo (definido aquí como cuerpo "muu muu") como vehículo para algo muy importante, curar a Beel de la "fiebre real" que está sufriendo.
¿Fiebre real? Se trata de una fiebre que es pescada por aquellos miembros de la realeza que poseen gran poder demoniaco. El Dr. Foras compara esta fiebre con los efectos sufridos por la fiebre dental de los niños, aquella que les invade al crecer su primer diente. Evidentemente en el caso de Beel es más peligrosa y está relacionada con su poder demoniaco. Como bien sabemos, para liberar su poder en el mundo humano Beel necesita de la ayuda de Oga, éste vínculo es crucial, pero sin peleas, todo ese poder se ha contenido y enfermado a Bee. Y es por eso, que inconscientemente, ha optado por terminar con el enlace que lo unía con Oga y buscar a alguien más para liberar todo ese poder que ahora mismo es una enfermedad mortal.
La explicación es larga, como pocas, pero Oga pronto deduce que Beel ha elegido a Toujou para ser su padre. Esta idea la recita Oga con un semblante muy oculto y su puño derecho lleno de ira, pero Hilda no está de acuerdo con esa conclusión. Touhou no parece una mala persona, no encaja del todo con los requisitos para ser padre de Beel, y si a eso le sumamos que Beel sigue enfermo, entonces en claro que aún no hay vínculo alguno entre Beel y Toujou. Eso explicaría el porqué Toujou puede separarse de Beel sin complicaciones, pero no consigue despejear la duda más inquietante de todas, ¿Por qué Toujou tenía tallado el sello Zebub en su hombro derecho?
Pronto llega un flashback que explica un poco estas dudas. Toujou encontró a Beel y lo recogió cual si estuviera adoptando a un cachorro, literallmente. No parece que las cosas estén finiquitadas y Oga aún puede recuperar a Beel. Incluso Hilda lo apoya, le dice que se deje de lloriqueos y supere su derrota, porque ha llegado el momento de volver a pelear. Oga está decidido, "Aún no he perdido", y Lamia se da cuenta que el padre terrenal de Beel está listo para el procedimiento de "cura". Sujeta una pistola, la carga y se prepara para dispararla.. ¿Dispararla hacia Oga? ¿Asesinarlo?