Las posesiones y el exorcismo son dos cosas que siempre han estado en la incógnita de su existencia, y que sin embargo se habla de ellas en secreto y con temor en muchas partes, en este caso, dividias en dos partes, unidas como la necesidad de una y de otra. Se trata de un universo dividido en dos dimensiones, la humana, Assiah, la demoniaca, Gehenna. Viajar entre una y otra es imposible, pero algunos demonios pueden ir al mundo humano, gestar las extrañas posesiones.
Satanás, el rey de los demonios, desea hacer lo mismo, pero no es capaz de hacerlo debido a que no tiene un cuerpo lo suficientemente fuerte para hacerlo, sin embargo, la ambición allí sigue, así que engendra a su hijo con una humana y lo llama Rin Okumura. La obligación de Rin es obvia, sin embargo, traiciona a su padre, cae en manos de un padre exorcista, del padre Fujimoto, y junto con él intentará acabar con el mismísimo Satanás. Enemigos peligrosos y demoniacos antes le esperan, por supuesto.
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